Siempre he sentido fascinación por la cultura japonesa, tanto en su faceta “Pop” (animes, música, lo kawaii, etc) como en lo tradicional, sobre todo en su filosofía relacionada a valores y estilo de vida. Mi esposo siempre me ha comentado acerca de un aspecto peculiar que hace más longevos a los japoneses (sobre todo a los okinawenses) y que promueve una vida más feliz.
Este concepto volvió a mí con más fuerza el año pasado, cuando una sobrina de mi esposo llegó como turista a Perú desde Okinawa; a la hora de preguntarle qué significaba Ikigai para ella, nos respondió que significaba “motor de vida”. Ella es enfermera, pero nos comentó que su Ikigai es la fotografía.
Hasta aquí te estarás preguntando qué es el Ikigai y cómo puede hacer en tu vida un cambio positivo. Todo esto te lo contaré teniendo como base el libro del autor Ken Mogi llamado “Ikigai Esencial”, el cual recomiendo mucho leer.
¿Qué es el Ikigai?
Etimológicamente, Ikigai (生き甲斐) nace de «iki» (生き) «vida» y «gai» (甲斐), que puede traducirse como «valor» o “razón”. El ikigai es nuestra motivación para vivir, algo que nos da apetito por la vida o, dicho en palabras más simples: “es la razón por la cual nos levantamos todas las mañanas”.
¡No te preocupes! para tener ikigai no hace falta ser japonés; el ikigai es accesible a todo el mundo. Se trata de descubrir y apreciar los placeres de la vida que para ti tienen sentido. No importa si nadie más le da valor a ello, es suficiente que para tí sea importante y especial.
Para tener ikigai no es necesario el éxito profesional ni la fama, pero es posible que tu ikigai en algún momento te pueda conducir al éxito. Por ejemplo, Hayao Miyazaki (creador del estudio Ghilbi) desarrolló pasión y amor por el dibujo/animación y pudo alcanzar mucho reconocimiento. Aun así, su ikigai no depende de la fama ya que él manifiesta que seguiría dibujando aún si no obtuviera recompensas.
Los 5 pilares del Ikigai
1. Empezar con humildad
Empezar con humildad se refiere a empezar sin grandes ambiciones, pero con gran énfasis en todos los detalles. Esto se puede englobar en una palabra “kodawari” (こだわり) que si bien no tiene una traducción exacta, se puede interpretar como “compromiso” o “empeño”. El kodawari es un emblema en la sociedad japonesa ya que se esfuerza en ejecutar cada paso a la perfección y esa, seguramente, es la razón por la cual Japón se caracteriza por la gran calidad en sus productos y servicios.
En el libro de Ken Mogi, se toma como ejemplo a los cocineros de fideos ramen y toda la energía que invierten en crear los mejores y más deliciosos fideos; también nos habla de agricultores que dedican su vida a perseguir el sueño de cultivar una “fruta perfecta”.
Sea cual sea tu ikigai, recuerda empezar con humildad y concentrarte en dar lo mejor de ti en cada detalle.
Los maestros del ramen se toman muy en serio la preparación de sus fideos, buscando perfeccionar cada día su técnica.
2. Renunciar al ego
Hay una manera que nos permite renunciar al ego y estar más presentes en el «aquí y ahora» sin necesidad de ser un monje zen; se trata de la teoría del Flujo del psicólogo Mihály Csíkszentmihályi. En el estado de flujo las personas están tan inmersas en una actividad que ninguna otra cosa parece importarles, no buscan reconocimiento por lo que hacen, pierden la noción del tiempo y disfrutan del aquí y ahora.
¿Alguna vez te ha sucedido con alguna actividad que te apasione? El estado de flujo lo podemos experimentar todos pero está presente con más frecuencia en los artistas y deportistas.
3. Armonía y sostenibilidad
Se dice que Japón es el país de la sostenibilidad, no solo en relación con la naturaleza sino también a nivel social. En la cultura prima sobre todas las cosas la armonía, paz y tratar en todo momento de no incomodar a las otras personas; si bien Japón se considera una nación homogénea, prefieren buscar su ikigai individual en el ámbito privado, tratando de conservar en todo momento la armonía.
“A un observador, un empleado puede parecerle anodino. Sin embargo, dentro de su aburrido traje puede estar escondiendo una pasión por el anime o el manga. Los días laborables tal vez sea un dependiente de una empresa; por la noche y los fines de semana, tal vez una estrella cosplay en un comiket o cantante aficionado de una banda de rock”
4. Disfrutar del aquí y ahora
Mogi afirma que un niño no tiene del todo definida la idea de pasado o futuro, sino que su felicidad recae en el presente. Quizás sería una excelente idea mantener dicha forma de ver la vida, en vez de vivir “en automático” podríamos hacer una pausa, ser conscientes de nuestro ikigai y apreciar un poco más lo que disfrutamos de él.
5. El placer de los detalles
Hay un concepto japonés llamado “ichigo ichie” que significa literalmente “una vez, un encuentro” y deriva de la tradición de la ceremonia del té. Esta frase aprecia el carácter efímero de cualquier encuentro con personas, cosas o acontecimientos en nuestra vida. La vida está llena de momentos que solo ocurren una sola vez y es por eso que cada vez que nos sumergimos en nuestro ikigai, cada oportunidad es especial.
“Cuando tomas nota de los pequeños detalles, nada se repite”
El florecimiento de la flor de cerezo o «sakura» es un momento preciado en la cultura japonesa, pues se valora la belleza efímera de la naturaleza y nuestra vida.
Ahora que ya conoces más acerca del ikigai y de sus características más importantes, puede que de inmediato hayas identificado cuál es el tuyo o puede que aún tengas dificultades para descubrirlo.
Recuerda que el ikigai no necesariamente debe estar relacionado a tu trabajo, puede ir más allá de ello. Puedes hacer una lista de las actividades que más amas hacer y que te generan mucha felicidad y satisfacción, ponlas en práctica y descubre qué te motiva a levantarte por las mañanas. Desde una sabrosa tasa de tu café favorito hasta un proyecto creativo que te genera mucha ilusión; sea grande o pequeño, tu ikigai te llevará a una vida más saludable, positiva y feliz.